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Mostrando entradas de diciembre, 2020

"LAS JAURÍAS DE OVEJAS Y LOS REBAÑOS DE LOBOS"

     Es muy complicado expresar lo que se siente cuando ni uno mismo lo entiende. Este no fue el caso. Tenía muy claro lo que pasaba y la manera en la que me estaba afectando. Darse por completo es decisión propia, pero es innegable que siempre queda la esperanza de recibir un pequeño obsequio, no material, a cambio. Este es el ejemplo más claro de cuánto pueden remover los actos de alguien.      Desde que las historias existen, siempre que se ha querido materializar la maldad, la avaricia y la insaciabilidad de los placeres mundanos, se ha tomado la figura del lobo como la caracterización perfecta para personificar todos los vicios anteriores. No es para menos. Los lobos son seres poderosos, los reyes de la naturaleza salvaje, son quienes deciden qué animal muere y cuál verá un nuevo amanecer, manejando a su antojo los hilos de sus boscosos reinos.        Por el contrario, cuando los valores a representar son buenos, como la inocencia, ...

"¿Y SI...?"

¡Volvemos a los retos! En esta ocasión, la premisa es partir de la paradoja del Gato de Schröedinger. Este experimento sugiere que un hipotético animal que esté metido dentro de una caja puede estar simultáneamente vivo o muerto. Nos dimos total libertad para crear la historia, y tras pensar detenidamente el enfoque que quería darle a la mía, creé esta pequeña reflexión como resultado.   Dos posibilidades. Siempre hay dos posibilidades, un sí y un no, ¿cuál se elige? ¿Hay alguna correcta? Aquí estoy, pensando como siempre en qué camino tomar, qué palabras elijo, tomando algunas y descartando para siempre otras. ¿Qué pasará con todo lo que dejo atrás? ¿Y con aquello que no conoceré jamás? Todas son preguntas sin respuesta, porque cuando obtienes la mitad de esta, no puedes volver atrás y recoger la parte que falta para solucionar la incógnita. De eso se trata la vida, tomar decisiones, en la mayoría de los casos inamovibles, para seguir avanzando, aunque en la mayoría de las oca...

UNA TARDE APOCALÍPTICA (III)

Por fin llegaron las seis de la tarde y, con esa bendita hora, la ansiada y añorada libertad. Me despedí de mis amigos y me encaminé a la parada de autobús que habría de ponerme de nuevo en la puerta de mi casa. Estaba preparando mis auriculares para volver al plano espiritual cuando comenzó a diluviar de forma increíble. La cortina de agua era tan densa que apenas podía levantar la cabeza si no quería tropezar. Era imposible mantener la vista alta. A duras penas llegué a la marquesina de la parada y sentí una inmensa alegría al encontrar un hueco en ella en el que poder colarme y evitar coger la pulmonía de mi vida.  Cuando estaba a punto de subirme al autobús, vi que toda la gente de mi alrededor se quedaba paralizada y miraba hacia todos lados, como buscando algo. Retiré con cuidado los auriculares y pude oír un intenso zumbido. “¡Bah! Será algún camión de la obra de aquí detrás” y sin más, entré en el vehículo. ¡Cómo me equivocaba! Apenas llevábamos unos minutos de camino cua...

UNA TARDE APOCALÍPTICA (II)

  No tenía mucha hambre, así que me limité a prepararme un café bien cargado y una tostada (quemada) con mantequilla. Miré el reloj. Todavía tenía casi una hora para empezar a prepararme para ir a la universidad, así que me lo tomé con calma. Fregué los platos que había usado en el desayuno y me fui a mi habitación, todavía arrastrando los pies, a revisarla   de arriba abajo porque no recordaba dónde había puesto los libros. Llevaba ya casi quince minutos de búsqueda infructuosa cuando pensé en mi madre y en el superpoder universal que tienen todas las madres del mundo en encontrar lo que para los hijos es imposible. Decidí entonces usar una técnica nueva. —     A ver, piensa. — le dije a mi cerebro— Si fuéramos mamá, ¿dónde buscaríamos? A la una en punto de la tarde ya iba de camino a la universidad. Libros incluidos. Resulta que estaban en el único lugar en el que no había mirado: mi mochila. Con los cascos bien asentados en los oídos y escuchando música a...

UNA TARDE APOCALÍPTICA (I)

 Tras mucho tiempo alejada de este blog por motivos personales, he decidido retomarlo, porque verdaderamente me gustaría crear un espacio propio en el que compartir lo que hago, sea mejor o peor, pero con lo que me sienta a gusto e identificada. Regreso a la actividad con uno de los relatos que más me gustan hasta la fecha, porque entre sus páginas, se esconden ciertas verdades y vivencias propias que casaban perfectamente con la temática escogida para este reto. La idea era escribir algo relacionado con el Apocalipsis, como el propio título delata, pero quería alejarme de la típica visión que todos conocemos, dándole un enfoque más personal a través de su protagonista. La entrega se hará por fascículos porque es más extensa que las demás historias. Espero que esta vuelta sea del agrado de quienes lo lean. ¡Buena lectura!                Todo tiene una fecha límite. Desde el momento en el que algo nace o se crea, está marcado por la fatal...